Con el paso del tiempo y como parte del proceso natural de envejecimiento, la piel se descuelga y se forman arrugas. En estos casos, los tratamientos mínimamente invasivos, como las inyecciones para las arrugas, solo ayudan hasta cierto punto. Para las arrugas más profundas, un lifting facial proporciona un rejuvenecimiento duradero y eficaz.
Durante un estiramiento o lifting facial se elimina el exceso de piel de la cara. Su objetivo principal es conseguir una imagen rejuvenecida y naturalmente firme de la piel; el tan temido aspecto de máscara no es problema si el tratamiento corre a cargo de un especialista experimentado. Por lo general, el lifting se realiza bajo anestesia general y requiere una hospitalización de una o dos noches en la clínica. Las diferentes posibilidades de tratamiento presentan sus ventajas e inconvenientes particulares, que se deberán clarificar de antemano con los pacientes.
Como cualquier otra intervención estética, el lifting facial conlleva riesgos, como trastornos de cicatrización de heridas e infecciones. Si surgen complicaciones tras un lifting realizado por motivos estéticos y el tratamiento posterior es médicamente necesario, las compañías de seguros médicos no suelen cubrir la totalidad de los costes. En estos casos, los pacientes pueden contratar un seguro de gastos de seguimiento de safe4beauty.